Las coincidencias

Al comenzar a documentarnos y empezar a hacer la planeación de este nuevo proyecto, comenzaron a surgir bastantes coincidencias que nos indicaban que íbamos “por buen camino”.

Entró a trabajar con nosotros, Lalo, un ex alumno de Ivonne y a los pocos días le vimos un collar con una como conchita y una pulsera similar. Le preguntamos que de qué eran. A lo que nos respondió: “Es la Concha que distingue a los Peregrinos del Camino de Santiago. Es que lo acabo de hacer hace unos meses.”

Nos sorprendió tanto que alguien tan cercano ya lo hubiera hecho. Pues de plano nos sentamos con él a que nos diera detalle de su experiencia y nos animó muchísimo a hacerlo. Nos dijo: “En El Camino, suceden milagros!”.

Unos meses después, Lalo regresó a España a pedirle matrimonio a Chelo, una chica que conoció en El Camino. Hoy, casi un año después, están felizmente casados. Vaya que suceden milagros!

Otro día, Ivonne, estando en la escuela, necesitaba una pluma y alguien le dio una que tenía varios días en ese lugar. Al regresarla y preguntar de quién era, le dijeron sus alumnos que seguramente era de Santiago, porque tenía su nombre escrito en la pluma. Y al observarla con detalle, la pluma decía: Santiago de Compostela y la Concha del Camino!

Obviamente, para planear un viaje así teníamos que ahorrar y trabajar mucho. Pero eso se lo dejamos a Dios. Y que nos empieza a llegar  trabajo en serio,  mucho más de lo normal.